Bienvenidos al primer artículo de The Bustle Issue de 2023. Tras darle muchas vueltas y tener extensas conversaciones con la gente de mi alrededor, he llegado a la conclusión de que es hora de darle un cambio de aires a este proyecto. Es momento de profundizar en una dimensión más personal e íntima que quizá aleje esta publicación del concepto tradicional de revista y lo acerque al de blog. Con ganas de expresar mi punto de vista, he decidido tomarme la libertad de compartir con vosotros, a través de esta vía, mis opiniones, experiencias y gustos relacionados con la moda, la belleza y el lifestyle. Dicho esto, doy paso a las tendencias y microtendencias actuales, así como estéticas y creadores de contenido, que influyen directamente mis estilismos más recientes.
En relación con mi estilo personal y mi estética, 2022 ha sido un año revolucionario en cuanto a las prendas que habitan en mi armario, a la vez que ha sido un cambio de tuerca a lo que entendía por moda. El layering (también conocido como el arte de poner diversas capas sin que parezca too much) y la abundancia de accesorios han sido aspectos clave para dicha evolución. Las influencers portuguesas Sofía Coehlo e Inés Silva han sido quienes me hicieron entenderlo en un abrir y cerrar de ojos. A día de hoy no concibo un outfit sin agregarle unos calentadores o unas orejeras, un bolso de segunda mano de los 2000 o llenarme el cuello de collares plateados enormes.
Este pasado agosto tuve el placer de conocerlas en las calles de O Porto, donde mis amigas y yo nos las encontramos mientras buscábamos una cafetería donde tomarnos las últimas natas de la tarde antes de volver a Vigo. Además de tener un estilo único y una visión clara, son un par de amigas de lo más majas (obviamente tuvimos momento fangirl y les pedimos una foto).
Algo que caracteriza mi imagen es el hecho de tener una fórmula que rápidamente permite que mis amigas vean una prenda o una silueta y consideren que es muy “Davilaforman”. Sin embargo, me gusta echar la mirada atrás y volver a estéticas que me fascinaban en el pasado y que están haciendo un comeback en otros términos. Un claro ejemplo de esto es el auge de la estética ballerina, descontextualizando las prendas del ballet únicamente del ámbito deportivo e integrándolo en nuestro día a día. Como toda estética, el Ballerina Core lleva consigo un movimiento en el que la parte de lifestyle es muy importante, y es que prioriza el self care a través de la higiene personal y del deporte.
Esta estética despierta en mí un mar de nostalgia y es que, como otras muchas adolescentes que empezamos a navegar por el mundo del internet entre 2011 y 2013, la imagen de bailarina de ballet nos recuerda a la era Yours Truly de la diva del pop Ariana Grande. Dicha época, marcada por el lanzamiento de su primer disco, está marcada por la imagen personal de la cantante, en la que destaca la influencia de la moda estadounidense de los años 50, el movimiento Pin Up, el color rosa bebe y lazos de todo tipo.
La estética de bailarina ha tenido un antecesor muy reciente. Gracias a Tik Tok esta visión de color de rosa y elementos que evocan a la dulzura se nos presentó al público general como Coquette Core (https://thebustleissue.wixsite.com/portada/post/est%C3%A9titca-coquette-un-recuerdo-de-corrientes-que-marcaron-nuestra-adolescencia).
Si indagamos de manera superficial por las redes sociales, encontramos la antítesis de este movimiento: la rockstar girlfriend aesthetic. Nacida gracias a la romantización de la figura de “novia de estrella del rock”, mezclada con el resurgir del movimiento grunge de la era tumblr, esta imagen de chica rebelde y desenfadada ha cautivado a un sinfín de celebridades e influencers.
Bajo mi punto de vista, la rockstar girlfriend por excelencia del panorama actual es la modelo estadounidense Devon Lee Carlson, quien hasta hace pocos meses mantuvo una larga relación amorosa con el vocalista de The Neighbourhood, Jesse Rutherford. A pesar de que sus estilismos también beben de otros estilos (predominando la estética de los 2000), la modelo ha sabido posicionarse dentro de este movimiento gracias a sus vídeos en Youtube donde echa leña al fuego de la glorificación de la vida de rockstar. Como fan acérrima de la banda, he crecido viviendo la evolución del estilo de Devon hasta llegar al punto actual, situándose en los puestos más altos de mi ranking personal de it girls que me cautivan.
Dentro de esta estética encuentro muchas de las prendas que forman mi zona de confort: chaquetas de polipiel (destaca el efecto desgastado, dándole un aire grunge y desenfadado), abrigos de pelo gigantes que me recuerdan a Kate Moss, el estampado de leopardo y complementos en tonos granate. En cuanto al maquillaje destacan los ahumados en tonos tierra o negro y los labios en tonalidades de rojo. En cuanto al pelo, me viene a la mente Victoria de Angelis, bajista del grupo italiano de rock Måneskin. Flequillos desfilados, capas y ondas ligeras aportan ese punch desenfadado que tanto se ansía en esta corriente.
Estas son las estéticas y personas que principalmente se han alojado gratis en mi mente estos últimos meses. Cuéntame quiénes son aquellos que más te influencian y cómo describirías tu estilo propio a través del perfil de instagram de The Bustle Issue. Happy new year.
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