La cuarentena nos empujó a llenar las horas de nuestros días con actividades que se alejaran de los dispositivos electrónicos y que nos permitieran explorar nuestra creatividad. Estas rutinas se han prolongado en el tiempo, más allá de aquellos dos meses de confinamiento, y ocupan parte del tiempo que pasamos frente a las pequeñas pantallas.
La nostalgia por la moda de los 2000 que se ha vivido en los últimos años ha traído consigo la vuelta de una práctica que llenaba nuestras horas en la infancia: la bisutería hecha con cuentas. El fácil acceso a las materias y su gran capacidad de creatividad han hecho que volver a crear nuestras propias pulseras, collares, o anillos esté a la orden del día. Dentro de la infinidad de cuentas que podemos emplear para crear nuestros accesorios encontramos una serie de elementos en común que están en tendencia: las flores (en concreto las margaritas), los smileys, las letras, todo tipo de colores (tanto en tonos pastel como el tonalidades más llamativas)... Se trata de una tendencia en la que la cantidad importa. Cuantos más elementos combines y cuantos más accesorios añadas a tu look, mejor. Esta moda se ha convertido en la perfecta a la hora de complementar nuestros looks más básicos, aportando un toque de color e informalidad a los mismos.
Desde pendientes, pasando por las típicas pulseras de abalorios, anillos o collares hasta llegar a la última novedad: straps, también conocidas como cuerdas para el móvil1. Esta tendencia que tanto nos recuerda a lo moda de los llaveros en los primeros teléfonos móviles de la década de los 2000 se ha servido del boom de la bisutería de cuentas, permitiéndonos crear también accesorios para el móvil llenos de color.
Actualmente este tipo de complementos llenan las tiendas físicas que podemos encontrar fácilmente en nuestras localidades, siendo el recurso perfecto para aquellas personas a las que les guste esta tendencia pero no tengan tiempo para dedicarle a su creación.
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